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BROMATOLOGÍA BRINDA RECOMENDACIONES SOBRE TRATAMIENTO DE CARNES

Mantener la cadena de frío y cuidar la higiene de instalaciones son algunos de los consejos que brindó el Director de Bromatología, doctor David Zajarevich para manipular cortes cárnicos para la venta al público.

Zajarevich brindó las recomendaciones básicas para la producción, distribución y consumo de los alimentos, en este caso carnes. Se deben respetar las cuatro pautas bromatológicas básicas, las cuales son: cadena de frío, contaminación cruzada, cocción correcta e higiene.

En esta línea Zajarevich manifestó: “cuando la carne viene del frigorífico debe venir en vehículos térmico, debe ser cargada esa carne a las cámaras que tienen las carnicerías y luego mantener la temperatura en la exhibidora que es la temperatura de heladera, que sean cortes frescos”.

Personal de su dependencia realiza controles periódicos a carnicerías de la ciudad, constatando estas cuestiones, la forma de traslado de la carne y los cortes “que ya no deben ser media reses, eso facilita que el frio llegue a todos los cortes”, advirtió.

Esto en el marco de la disposición nacional del Ministerio de Trabajo, Agricultura, y Desarrollo Productivo que a partir del 1º de noviembre la media res se elimina y la carne llega a través del troceo o cuarteo de los animales en piezas de menor peso que no superen los 32 kg.

TEMPERATURA PARA CONSERVAR CARNES ROJAS

Ya sea una carnicería o un supermercado, la conservación de carnes rojas debe tener la misma temperatura para poder ser vendida y consumida fresca. Es muy importante que, si se tiene venta de carne, tenga refrigeradores adecuados para su resguardo.

La temperatura para conservar carnes rojas debe ir de entre 4 a -18 grados celsius. Esto dependiendo la fase que se tenga del alimento, el tipo de heladera y el tiempo que se vaya a preservar.

En este sentido, el Doctor Zajarevich reiteró que la temperatura para conservar carnes desde los puntos de venta a los hogares es de 5 grados y recomendó que, si no se va a cocinar el mismo día de la compra, la carne debe ir directamente a la heladera.

La carne molida es más susceptible a la contaminación que los cortes enteros de carne. Las bacterias patógenas pueden adherirse a la carne durante el sacrificio o el procesamiento.

En este sentido insistió al consumidor que evite comprar carne molida y opte por elegir un corte apto para moler y solicite que se muela al momento en el local de venta.

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